sábado, 8 de mayo de 2010

Al teatro con los bebés

Los espectadores adultos pueden llegar a tener verdaderos problemas de inhibición sensitiva que la vida laboral y familiar conllevan. Y sin embargo, no ponemos en duda sus aptitudes como espectadores porque nos consideramos capaces de ponerle una etiqueta o una historia explicativa a esta obra o a esa otra.
Para ser espectador de teatro la edad no es sinónimo de sensibilidad, ni de capacidad para la maravilla, ni de capacidad de estética, ni de aptitud sensorial o emocional. En todos estos aspectos, los bebés son mucho más aptos para la aventura artística que los adultos que les acompañan, muchos más aptos para ver lo que los adultos han dejado de ver o percibir. Para sentir y vibrar con la energía de su entorno un bebé está plenamente capacitado, tanto por sus facultades sensoriales como por su cualidad de vivir a tiempo completo en el “aquí y ahora”.

CARACTERÍSTICAS DE ESTAS OBRAS
Es más importante que la obra emane de los bebés y de su mirada originaria que el hecho de que sus destinatarios sean los propios bebés. Es una forma de hablar algo que les concierne porque entra en el entorno de su comunicación cotidiana en un ambiente adulto.

En cuanto a la duración, estas obras deben ser cortas porque tanto los intérpretes como los creadores son incapaces, por el momento, de crear obras que tengan una intensidad suficiente para que duren más de 30 minutos. Desde un punto de vista práctico, muchas de estas obras se hacen para aforos de no más de 40 o 50 bebés, y si se necesita realizar 2 ó 3 funciones en una mañana no sería posible con una duración superior a 30 minutos.

Las salas de teatro en las que se representan estas obras deben tener unas condiciones especiales, al menos en cuanto a necesitar aforos reducidos y a tener la cercanía del público con la obra escénica.

¿CÓMO SABER SI LES GUSTA?
Porque te miran, ten escuchan, vibran y se emocionan. Y si no les gusta gritan, lloran o señalan a la puerta indicando que se quieren marchar.
Los niños saben expresar con fuerza lo que les gusta o lo que les disgusta desde que estan en la tripa de sus madres.
No saber hablar no te condiciona como espectador que debe guardar silencio. No dominar un idioma no significa que no se comuniquen. El bebé es un ser comunicativo desde que nace.


LA CASA INCIERTA: En esta fundación se han realizado, y se realizan, obras de teatro muy estimulantes e interesantes para los niños .“En la punta de la lengua”, “Rompiendo el cascarón” y “El circo incierto” son algunas de ellas.

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